De hecho, creí que lo más importante para darle vida a ese proyecto que latía en mi, era justamente eso, hacer perfiles en redes sociales, colores de marca, logo, web…jejeje errores de novatilla. Tan convencida estaba de que eso era lo más importante, que me formé durante meses para hacer mi propia web, e invertí en un profesional para la identidad corporativa.

Ahí sí hice una inversión importante, y sabes por qué, porque consideraba que el alma de mi proyecto era dar con el logo, los colores, tipografías…

A día de hoy no me arrepiento de esa fuerte inversión inicial, pero si tuviese la opción de volver a empezar, me ahorraría ese tiempo y dinero que invertí para hacerlo en lo importante, para empezar a generar dinero cuanto antes y poder ir creciendo el proyecto hasta hacerse estable .

Sé que tú también, si estás leyendo esto, estás cayendo en esos errores.

Y lo que te voy a decir quizás no te guste: Tienes un hobbie caro, no un emprendimiento.

A mi, al menos, me dolió. 

Y pensé bueno tampoco es que esté invirtiendo tanto dinero… Y mi mentor me hizo apuntar todo lo que había invertido ya en el proyecto (web, identidad corporativa, zoom, autónomos…) y cuando terminé y me dijo, ahora haz una lista con los ingresos netos. Ups!

Pero no acabó ahí, me dijo: 

“Marta, lo más caro de tu hobbie que llamas proyecto, es tu tiempo, deja de vertirlo sin sentido, e inviértelo en beneficio tuyo y de tu emprendimiento”.

También sé, que tú justificas todo ese “trabajo” que haces diciéndote que se va poco a poco, que estás sembrando para luego recoger, que si no publicas no existes, que cuando gente de tu entorno te dice que “eso no es un trabajo sino un hobbie”, porque no tienes resultados, te sienta como una patada en el estómago y te sientes totalmente desvalorad@.

Y ahora puede que te preguntes…